Sembrar la novedad
Es verdad.
Parte de la siembra
caerá en el camino,
entre las espinas,
entre las piedras,
sobre costumbres duras,
entre codicias asfixiantes
y espaldas golpeadas.
Y se perderá la palabra.
Pero como verdad más honda,
siento la urgencia
de hundir la mano
en las semillas del alma,
y lanzar al aire la vida
sin discriminar los terrenos
ni calcular la respuesta,
ni acumular la ganancia.
Y al seguir el camino,
que me quede la alegría
de la mano abierta,
sin posesiones viejas
en los puños cerrados
que ya no pueden acoger
la novedad que regalas.
Benjamín González Buelta, sj